Un packaging que evoca la riqueza cultural de la civilización maya y su vínculo con el cacao, combinando storytelling y diseño sensorial.
En los tiempos ancestrales de la civilización Maya,
se contaba la leyenda de un tesoro oculto en lo profundo de la selva, protegido por cuatro guardianes animales: un jaguar, un xoloitzcuintle, un conejo y un águila.
Este tesoro, conocido como el «K ́INICH», era un símbolo de la abundancia y la sabiduría de los mayas representado a través del dios sol, estaba compuesto por un cofre lleno de valiosas semillas de cacao, hierbas sagradas y oro.
Contaba la leyenda que el tesoro se encontraba en una cueva oculta, rodeada de una vegetación exuberante y misteriosa.
El cacao, considerado sagrado por los mayas, tiene un papel central en esta historia, pues de sus semillas se preparaban unas tabletas de chocolate con ingredientes solo reservados para los nobles y los dioses.





